jueves, agosto 30, 2007

En el acto de la vida hay infinitos actos, el autor atrapa intimidad...
En el acto de la vida hay infinitos actos, el autor atrapa intimidad...

me resonaba esta frase mientras leia el diario y volaba a Valdivia, no sé si la entiendo del todo, pero me gusta, nunca está de más mirarse en el espejo y encontrarse guapo... supongo que este será uno más de los infinitos actos...


... el autor atrapa intimidad...

el siguiente paso es saber qué hacer con ella no??


[>] Mirando el mundo al reves - Che Sudaka

lunes, agosto 20, 2007

Pateando la perra por llegar atrasado y no encontrar estacionamiento cerca de la pega, pero con el solcito de la mañana al abrigo de los pensamientos, caminaba hacia el laburo cuando me encontré con un tipo que regaba el jardín de un edificio y fue ahí cuando me invadió aquel OlorRecuerdo a humedad primaveral… ligustrinas goteando, sol de la mañana, tierra húmeda, millones de insectos poblando el universo y mi abuela como único arquitecto de tan gracioso y complejo acto.

Es increíble como cambian las cosas, antes cuando era un niño luego de que mi abuela regaba el jardín y afloraba ese olorcito a humedad en primavera, jugaba con mi hermano a juntar caracoles… escapaban del agua y buscaban el sol con aquellas antenitas inofensivas que la gente llama cachitos… sin embargo caían en manos de un par de imberbes que los agrupaban en una caja de zapatos y luego partían corriendo al resbalín de la plaza a ordenarlos para la carrera.

Preparados... Listos... Ya!!

Como en toda carrera, como en la vida misma en realidad, algunos se adelantaban y otros perdían el rumbo… otros invadidos por el miedo a lo desconocido y a estar 2 metros por sobre el suelo, amplificado a lo que significa no ocupar más de 2 cm³ en el universo, perdían el control y se escondían en su propia concha… transformándose en un esferoide y cruzando la meta en mucho menos tiempo del que jamás se imaginaron. La recompensa de llegar a la meta en ese estado era un aterrizaje forzoso y destrozarse en mil pedazos. Nunca nos detuvimos a ver si seguían vivos.

El otro día que almorcé con unos amigos me pedí un plato de caracoles de viña. El mozo llegó con una cuchara, mondadientes y el plato lleno de esferoides remojados en salsa. Preparado, listo…ya!! – Deliciosos -. En todo caso de ser caracol preferiría morir estrellado en el piso luego de cruzar la meta antes que morir cocido a fuego lento en una hoya y rematado con un escarbadientes enterrado en mi cabeza.

… existe la posibilidad de que quizá a veces confundamos el miedo con el coraje?? Después de todo nunca me quedé a ver si quedaba algún caracol vivo.


Uds saben qué hace el caracol cuando sale del jardín???........ entra a pre-kinder, por supuesto.


[>] Wonderful World, Beautiful people – Jimmy Cliff